Hola amigas. Luego de una larga ausencia, reaparezco para decirles que ese ser amado al cual cuidaba era mi hija Grizel, quien el 09 de este mes partió de este mundo para ir al lado de Papá Dios, luego de una penosa enfermedad.
Creo que ningún padre se imagina pasando por esta situación, porque la ley de vida es que los hijos entierren a sus padres, pero a algunos nos toca pasar por ese trago amargo.
Desde que nacieron mis hijos, siempre me pregunté cómo es que una madre puede seguir viviendo cuando sufre una pérdida como esta. Ahora se que cada quien lleva su pena a su manera. En mi caso, trataré de ser la mejor versión de mí misma para que esta angelita que ahora me cuida se sienta orgullosa, viendo la buena madre que he sido para su hermano.
Nos vemos pronto mi polli. La vida es un suspiro. |
Ahora debes estar haciéndole tus dibujitos a Papa Dios |
Hasta luego...